A diferencia de cómo ocurre en la actualidad, los romanos no
solían viajar por el simple placer de conocer otros lugares, no apreciaban esos
valores, prefiriendo su estancia en las ciudades.
Por mar utilizaban barcos y por los ríos barcas. Los viajes
por tierra, para los trayectos largos era más común vehículos tirados por
caballos o mulas. En distancias cortas, sillas cubiertas o literas que eran
llevabas por esclavos.
Había muy pocas compañías que a cambio de una suma de
dinero, con unos horarios fijos, realizaban viajes tanto por mar como por tierra.
Viajes por Mar:
Ilustración de un barco mercante romano |
Un pasajero sin capital suficiente para poder adquirir o
alquilar un barco para el solo, tenia que esperar en el puerto hasta que
apareciera uno con el mismo destino y entonces, tocaba negociar con el capitán el precio de su pasaje.
Los barcos eran pequeños e incomodos sobretodo con mar picado.
Al no conocerse la brújula, la mayoría de los viajes eran de cabotaje, por lo
que los viajes se hacían muy largos. En muchos casos el viaje por tierra se
hacia mucho más rápido. Durante el invierno, la navegación solía quedar
suspendida.
Viajes por Tierra:
Para los viajes por tierra, en la mayoría de las poblaciones
importantes, se podían alquilar vehículos. Para evitar el tener que cargar y
descargar los equipajes, es posible que los que recorrían grandes distancias,
los romanos pudientes, llevaban su propio vehículo y solo alquilaran caballos
frescos.
Sin embargo, los viajeros normales no temían rutas con
postas o lugares donde podían cambiar los caballos al final de la etapa.
Los Vehículos:
Por ejemplo en Roma, las calles eran muy estrechas, con lo
que no se permitía el tráfico rodado cuando las gentes llenaban las calles.
Desde finales de la República, las calles estaban cerradas a los vehículos durante
las primeras diez horas del día. Las únicas excepciones, eran los carros de los
mercaderes, que podían salir vacíos de la ciudad por la mañana, después de
descargar sus mercancías por la noche, los vehículos que transportaban
materiales para los edificios públicos, los carros de las Vestales, de los
sacerdotes, los conducidos en la pompa circensis y en las procesiones
triunfales.
Esta regulación era igual en toda Italia, por ese motivo
desde la época imperial, para recorrer las calles de la ciudad, se utilizaban
las literas o Lectica, que eran portadas a hombros de esclavos. En las
literas el pasajero iba reclinado, también se utilizaban sillas cubiertas. Al
igual que la primera, estaban tapadas con cortinas. Para viajes no muy largos,
en ocasiones, los porteadores de la litera eran sustituidos por dos mulas entre
los ejes. Era conocida como basterna.
Carros:
Gracias a los relieves, podemos intuir más o menos como eran
los carros utilizados por los romanos.
Reconstrucción de una carruca |
-El pilentum y el carpentum, ambos iban cubiertos, tenían
dos y cuatro ruedas respectivamente, iban tirados por caballos. El carpentum no
se solía utilizar en los viajes y era una señal de lujo.
La carruca, se podría equiparar a las actuales caravanas.
Eran carros lujosos de viaje, que estaban equipados para poder dormir o
reclinarse en camas.
Pero los vehículos mas comunes para el viaje eran la raeda y
el cisium
La raeda Con cuatro ruedas era grande y pesadas y tirada por
cuatro o dos caballos. Se solía alquilar para los viajes.
El cisium, era utilizado para viajes más cortos, en el cabía
el conductor, un pasajero y todavía
sobraba para un poco de equipaje. Cicerón hace mención sobre la velocidad de
estos carros, afirmando que recorrían 90 km en 10 horas y posiblemente con
algún cambio de caballos.
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