Vestimenta romana IV: Calzado, Soleae, Calcei

Tipos de soleae
En la antigua Roma como ya hemos visto, era fácil distinguir la clase social de una persona por su vestimenta pero también por su calzado. Los romanos no solían llevar el pie desnudo, lo contrario suponía pobreza. Había dos tipos de calzado: las sandalias (soleae) y los zapatos (calcei). Las sandalias estaban formadas por una suela de cuero recio o esparto, atada al pie de distintas maneras. Según la costumbre su huso se limitaba a la casa y su uso fuera de ella se consideraba de informalidad y perdida estatus.


Es curioso pero durante las comidas no se utilizaban. El anfitrión y los invitados entraban con ellas pero una vez colocados todos en su sitio, los esclavos les quitaban las sandalias a los comensales y las guardaban hasta el final del banquete. Cuando un invitado salía a cenar en una Lectica (litera), llevaba las solae, pero si iba caminando utilizaba calcei y un esclavo le llevaba las sandalias.

Calcei: Usado de puertas afuera, aunque fuera más incomodo que las solae. Las buenas formas impedían llevar toga sin calcei. Los calcei serían nuestro equivalente a las botas de cuero, sujeto con tiras  de cuero.
Reproducción de unos calcei
Las clases superiores tenían un calzado especial propio de su rango. Los zapatos de los senadores (calceus senatorius) tenían una suela gruesa, se abría en la parte interna del tobillo y se ataba con amplias tiras de cuero que iban desde la suela y parte superior, daban vueltas alrededor de la pierna hasta en empeine. El calceus patricius, era solo utilizado en un principio por los patricios pero pronto se extendió a todos los magistrados curules. Tenía la misma forma del calzado senatorial, eran de color rojo y llevaban un adorno en plata o marfil en forma de luna creciente (lunula) en la parte externa del tobillo.

Los ciudadanos normales llevaban zapatos que se habrían por delante y se ataban con una cinta de cuero. No subía tanto en la pierna como las de los senadores y posiblemente el cuero no estaba cromado. Los más pobres utilizaban  los perones, de materiales más burdos y sin curtir, los soldados llevaban las caligae de la factura más resistente posible  y con tachuelas de hierro para los terrenos difíciles.

Comentarios